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Los Recuerdos Joan Manuel Serrat

domingo, 4 de abril de 2010

Los Locos

Eran los años 70s en San Luis Potosí, en ese tiempo y lugar (al menos en mi colonia) era muy común la existencia de personas de todas las edades con problemas mentales, que deambulaban por las calles y eran parte de la vida cotidiana, casi como una curiosidad más. Tristemente la mayoría carecían de una atención adecuada, y en nuestra niñez y escasa cultura no entendíamos que realmente eran personas que sufrían o hacian sufrir a sus familias que no tenían los recursos y la información para procurarles una vida mejor.
Una idea muy arraigada era que "los Locos" tenían una fuerza superior, y así lo demostraban las pocas peleas en que se veían envueltos, por eso los niños les temíamos y nos escondíamos de ellos mirandolos con curiosidad insana, su proceder daba lugar a infinidad de historias que nos daban para divertirnos ajenos a la cruda realidad que reflejaban... recuerdo una pareja de vecinos que eran muy populares ya que a uno de ellos le daba por cantar los corridos de la época, pegando versos de aquí y de allá que solo en su mente tenían una lógica, y el vecino lo espiaba detras  de una barda, riendo frenéticamente y respondiendo a cada frase con preguntas y comentarios como ¿si, oye?, ¿deveras?, no me digas, ¿a poco?, no te creo,  ¿y luego que pasó? etc. etc. y así se pasaban tardes enteras entregado cada uno a su felicidad...

sábado, 3 de abril de 2010

Minino

Un día cercano al invierno, llegó a la casa una gata preñada. La pobre ya no podía con el peso de su vientre y se echó en un rincón de nuestro patio. De más todos los esfuerzos por correrla, había decidido que era el lugar donde nacerían sus gatitos, y allí nacieron. En cuanto pudo caminar se fué en busca no sé de qué y dejó sus gatitos al amoroso cuidado de mi Madre... Era todo un espectáculo y una lección de vida verlos dar sus primeros pasos, sus primeras peleas, sus primeras caídas... a los pocos días la gata volvió y se fué llevando uno por uno sus gatitos, hasta que solo faltaba el más débil e indefenso de todos, nunca supimos por qué no regresó por él, si le pasó algo o si decidió dejarlo a sabiendas de que fuera de ahí no sobreviviría, el caso es que lo dejó y desde entonces se volvió mi mejor amigo y compañero... Dormía bajo mi cama, yo dejaba un brazo colgando para rozar su pelo y arrullarlo para que durmiera, y al despertar, mis primeras palabras, mis primeras caricias eran para él. Todos querían bautizarlo con nombres que consideraban ingeniosos o apropiados para gatos, pero ninguno me gustó para él y se le quedó el nombre de Minino.
Con el paso del tiempo creció y le dió por la vagancia vespertina y nocturna, como no era muy bueno para las peleas, siempre salia perdiendo y llegaba a casa maltrecho y malherido, provocando las idas a las carreras al veterinario, los regaños de mi Madre por mi excesiva preocupación por él, y mis enojos por lo que yo creía falta de amor para el Minino...  Seguimos creciendo y se hizo más constante su vagancia, recuerdo que yo dormía junto a una ventana que dejaba abierta, y a la medianoche llegaba el Minino, bajaba del techo por un árbol, saltaba a la ventana y entraba golpeando con sus patas en mi pecho y, no pocas veces echaba a correr al interior seguido de otro gato, provocando el gran alboroto para sacarlo, y los consecuentes regaños de mi Madre que, en el fondo (ahora lo sé) nos consentía con todo su cariño.
Cuando estaba en casa, me seguía como un perrito faldero, y cuando yo volvía de la escuela, a veces lo encontraba en la esquina de la cuadra, o incluso a unas cuadras de la casa, el me veía y empezaba a caminar por los techos, acompañando mis pasos hasta llegar a casa, en lo que yo abría la puerta el saltaba al árbol, y entraba por la ventana con un gesto triunfal, luego se me enredaba en los pies maullando quedito como un gatito indefenso para que le diera su plato de leche.
Un día apareció el Fanto (Otro gato que ya les contaré), luego las ausencias del minino fueron mas largas cada vez, hasta que un día no supe más de él... Ahora sé que mis Padres ocultaron su muerte para que no sufriera, no sé como ocurrió, solo sé que no fuí capáz de darle felicidad los últimos dias de su vida y me duele que tal vez murió sintiéndose apartado por la llegada del Fanto...
No sé si exista un mas allá para los gatos, si es así te digo: Te quiero, amigo... y estoy seguro un día te veré... sin esas llagas que en esta vida te acompañaron, por lo pronto me quedo con el recuerdo de tus primeros pasos, de tu espíritu inquebrantable y de tu gran amor.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Más de Gumersindo, Berny y Osberto...

Mamá siempre fue buena para las manualidades... Un día construyó a Berni... un oso de peluche con saco y corbata que fué un regalo para mi hermano mayor  (que ya cursaba la Universidad creo, pues Berny era el nombre de la mascota de los Osos de Fime. Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica). Para no hacernos menos, a mi me regaló a Gumersindo y a mi hermano menor a Osberto, un gato de ojos amarillos...

Todos eran en cierto modo hermanos también ya que fueron elaborados con el mismo peluche de color café, solo Gumersindo llevaba peluche rosa en la parte interna de las orejas... En ese tiempo eramos fans del Futbol Americano y había un mariscal de campo muy famoso conocido como "El boomer Esaiason" así que mi Gumer fue rebautizado como "El Gumer Esaiason" y era a la vez mariscal de campo y balón, lo que le costó no pocos porrazos y maltratos que siempre enfrentó con valentía... al tiempo se lastimó una pata que nunca le volvió a quedar bien (Mientras el Boomer se lesionaba y tampoco volvería a ser el mismo) y ahí empezaron los achaques de mi Gumer...

Tiempo después salieron unos muñequitos miniatura que servían como pinzas o prendedores y así llegó a casa Gumersindín (de más decir que era un elefantito) quien se convirtió en el creador de las mas locas travesuras que se puedan imaginar, siempre con la complicidad de "su tío" Gumersindo y quien esto escribe, je,je,je...

Buenos recuerdos de una segunda infancia temprana o primer infancia tardía como se entienda mejor, y de momentos felices de una familia unida y sana... El tiempo pasa y la enseñanza de esos años perdura y nos mantiene unidos a pesar de tantas cosas que amenazan diariamente la inocencia...

Un saludo con todo cariño para los niños de corazón....

Ricardo

lunes, 29 de marzo de 2010

Perros del mal

Los "Perros del mal"


Uno de los mayores temores de la infancia, eran los llamados "perros del mal"

Es decir; Los perros con rabia... Se contaban miles de historias acerca de estos perros, pero lo que sin duda causaba mas temor era la certeza de que la rabia era una enfermedad terriblemente contagiosa y mortal.
Cuando habia sospechas de que un perro tuviera rabia, era necesario matarlo de inmediato, y a veces también se mataba a todos los perros que hubieran tenido contacto con él, pues habia el riesgo de que tuvieran "el mal" y mordieran a alguien antes de darse cuenta que estaban rabiosos. Eso le costó la vida a "La Fanny", la primer perrita que recuerdo tuvimos en casa. Al perro que posiblemente la contagió (nunca supimos si ella tenia rabia o nó) para matarlo lo amarraron a un palo en el patio y ahí lo agarraron a golpes y machetazos hasta matarlo... luego siguió "La Fanny", era la ley de la vida en ese tiempo en mi querido San Luis Potosí...
Recuerdo una vez en que jugabamos a mitad de la calle alguna ronda infantil (cuando los niños hombres podían jugar a las rondas sin ser tachados de afeminados) y vimos venir a lo lejos un "perro del mal"... Nadie se movió, correr era lo peor pues te garantizaba un ataque mortal, así que nos quedamos todos quietos viendo al animal correr a toda velocidad hacia nosostros. Pasó enmedio de las 2 hileras de niños de la ronda, mientras las piernas nos temblaban y ahogábamos un grito... luego nada, nadie quiso jugar más y corrimos cada quien a su casa a lavarse con jabón, a esconderse, a mirar asustados por las ventanas, a rezar porque no volviera de nuevo el "perro del mal"...

domingo, 28 de marzo de 2010

Gumersindo

Gumersindo

Dejando atrás los juegos infantiles
crecían a la vida tres hermanos
catorce ya diciembres, once abriles,
y yo pasaba por los trece mayos

Flanqueado por el Berni y por Osberto
llegaste Gumersindo a mí un día
venidos de un país de fantasía
guiados por mi madre a nuestro puerto

Cómo recuerdo ahora su llegada
su porte tan gallardo, su talante
el oso Berni de traje elegante,
Osberto el gato de aguda mirada
y tú, Gumersindo, orejas rosadas
mi querido amigo, el buen elefante

Compañero de todos estos años
remiendos acumulan nuestros cuerpos
¡ah! Cúantos más nos quedan por delante...

domingo, 7 de febrero de 2010

El primer amor

Corrían los años setentas, Leo Dan llenaba la radio con su "Mary es mi amor, solo con ella vivo la felicidad..." y cada que sonaba provocaba mis sonrojos y un "trágame tierra". ¿Qué hace un niño de primaria para ocultar a sus hermanos que una niña le gusta, si en la radio ponen todo el día su canción?.

Ella era tierna, bonita, inteligente, todo lo que se pude pedir a los 10 años, pero... ¡Tenía una hermana! y ese fue el inicio de toda una vida de indecisiónes...
¿Por qué siempre hay una bella mujer al lado de ESA bella mujer?... El caso es que mientras yo no me decidía y cada vez me gustaba más la hermana, Leo Dan y mis hermanos seguían con su "Mary es mi amor..."

Entonces llegó Lidia y todo se resolvió, ya no me importaba que se oyera Leo Dan en la radio, ya no me importaba que me dijeran cosas, yó sabía la verdad y nadie más sabía quien era mi verdadero amor... No tenían manera de saberlo, Lidia era muy bonita, pero sus ropas modestas, su pelo desaliñado, su carita descolorida, y su modo tímido ocultaban su belleza a los demás niños, y la dejaban solo para mí... ella jamás lo supo, pero Ella, y sólo Ella fue en realidad Mi Primer Amor