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Los Recuerdos Joan Manuel Serrat

jueves, 16 de febrero de 2012

Entre el espanto y la ternura

Este escrito permaneció "enlatado" casi 2 años, por miedo, precaución, ¿que se yo?... hoy sale de nuevo a la luz, porque lamentablemente, no ha perdido actualidad...

1.- Suena el teléfono; una voz infantil pregunta ¿Está mi abuelita? y luego pasa 30 minutos contándole a mi Madre sus andanzas en el jardín de niños... Abuelita ¿Quieres oir el Himno Nacional en Nahuatl?...Mexicame xicuiki xitkamaaaaki...

Suena el teléfono; una voz ronca y agresiva pregunta por mi padre (con nombre y apellidos); Soy el comandante "Fulano de tal" comandante en jefe de los "Zetas"... y comienza una serie de amenazas e intentos de extorsión hasta que le colgamos el teléfono y quedamos llenos de inquietud en espera del siguiente timbre del teléfono...
Quisiera que fuera un cuento, el inicio de una novela, pero es la verdad... No una verdad que me contaron, que ví en los periódicos, que le pasó a algún vecino... es la verdad que pasa una y otra vez en mi casa, en mi familia...

2.- Ella es una mujer fuerte y hermosa... vive para sus hijos y su marido, se desvive preparando fiestas de quinceaños, cumpleaños, baby showers... por sus manos pasa gente feliz, que quiere verse bonita para agradar al marido, al novio, para lucir en la fiesta, para conquistar a esa chica, para conseguir ese empleo... Hace unos días "levantaron" a su esposo. Tras días de angustia le dieron la fatal noticia de su muerte...
Hoy su casa luce triste y vacía...
La niña (quinceañera ya) me pidió permiso para ir a la tienda por un jugo para matar el hambre... llegó la vecina corriendo y gritando alarmada ¡Son los zetas, son los zetas! salgo corriendo en dirección a la tienda y me encuentro a la niña sonriendo y saboreando la bebida recién comprada... ¿que pasó? le pregunto, y me responde inocente; "nada, unos carros que llegaron y le gente que se asustó"... en tanto los zetas levantaban al esposo de esa mujer...

3.- Ellos se juntaban en la esquina para tomar y... no se que más hacían... hace algunos años jugaban al futbol, y usaban la camiseta de mi equipo, la mala vida los alejó de las canchas, y de su equipo quedan solo las camisetas... Un día me regalaron una banda con el escudo de mi equipo favorito... "Camarada, usted es de los nuestros, usted también le va a nuestro equipo"...
Una noche llegaron los Zetas, los levantaron a golpes, les pusieron una capucha y se los llevaron... soltaron a varios 3 días después. Al amigo que me regaló la banda y otro más jamás se les volvió a ver... los zetas hicieron una clara advertencia, "olvidense de ellos, los vamos a quemar y cortar la cabeza..."
Hace días la policía encontro 2 cuerpos calcinados sin cabeza...

4.- Mi sobrino de meses sonríe mientras me acerco diciendo " soy el lobo ferooooz" y suelta una carcajada mientras patalea la cara del "lobo"... Ajeno está a otros lobos, mas feroces y mas temibles...
Voy al centro comercial a unas cuadras de mi casa y de regreso veo a un hombre con un fajo muy grueso de billetes de alta denominación... sonríe mientras ve alejarse a los jovenes de un auto de lujo (buenos clientes, seguramente)...
Días después me entero que un vendedor de droga murió acribillado en esa esquina, ese día y aproximadamente a esa hora... un auto pasó y disparó a discreción sobre el hombre...

Podría seguir contándoles de las cosas cotidianas; los bloqueos, narcomantas, ejecutados, levantados, zetas, sicarios, madrinas etc.etc. pero...
Hoy me fuí al cine con mi sobrino, y reímos, nos emocionamos y gozamos con una bella fantasía... ya tendrá tiempo de vivir, y saber que, hoy en día su tio vive "Entre el espanto y la ternura".

lunes, 6 de febrero de 2012

Los cuentos

En los años de mi infancia temprana, aún era común la costumbre de contar cuentos a los niños a la luz de la luna... Por ese tiempo no teníamos televisión (recuerdo que el único prgrama que veíamos era "El Chavo del 8" o "El Chapulín colorado", pagando 20 cvs. por verlo en la televisión de un vecino a unas cuadras de la casa) y mi Mamá solía sentarse a las afueras de la casa cuando empezaba a oscurecer, y nos contaba cuentos; Juan bueno y Juan malo, Juanito y Juanita (que eran ni mas ni menos que Hansel y Gretel), pulgarcito, los 3 cochinitos, los cabritos y el lobo, y cientos de historias más que nos mantenían atentos y nos llenaban de sueños, alegría y uno que otro susto, ya que también aparecían de vez en vez los fantasmas, las brujas y otros seres del mal, aunque por supuesto siempre se imponía el bien.
Cómo recuerdo aquellas tarde-noches... Mamá tenía la magia de la palabra y siempre se reunían varios vecinos de la cuadra que, como nosotros, veían en ese momento la única oportunidad de sus vidas de asomarse a la fantasía, a la belleza y la magia.
Recuerdo como me divertía un cuento en especial, y a cada rato le pedía a Mamá que lo repitiera: Juan Malo se robó una puerca y va corriendo a pedir ayuda a su hermano, pues la policía los persigue, y ese principio daba lugar a incontables enredos que ya no sé si mi Mamá los iba inventando o así iba el cuento, en especial recuerdo cuando salen huyendo de la casa y Juan bueno le dice a su hermano "traete la puerca" y ahí va el hermano detras de el cargando la puerta de la casa, y ahí estoy yo muerto de risa imaginando al pobre como le hacia para correr cargando la puerta...
Bellos recuerdos de la infancia y de mi Madre, que aún ahora nos regala su alegría, su amor y sabiduría... Un abrazo a todas las Mamás, y si se saben un cuento, no duden en compartirlo con sus hijos, y si no se lo saben, no importa inventen una historia y verán en los ojos de sus hijos el brillo de la felicidad.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Amor de secundaria

Era la niña más linda del salón, envidia de las compañeras por bonita, por su hablar demasiado educado para el resto del grupo, por su sonrisa siempre franca, sus calificaciones excelentes... y yo era la envidia de mis compañeros; Por que era su vecino de asiento, su compañero de estudios, de descansos, por que era su amigo, su...

Un día me sorprendió cuando me dijo "Te veo a la hora del descanso atrás de los salones de tercero, que nadie sepa, es muy importante lo que te quiero decir ".
Yo la quería; La quería mucho como amiga, compañera, la admiraba... por supuesto que me gustaba, y algunas veces, soñaba que eramos novios y caminabamos tomados de la mano, soñando, compartiendo nuestro deseo de un mundo mas limpio, mas sano, sin envidias, sin rencores...

Aquella cita me llenó de desasosiego, ¿Para qué quería que nos vieramos en secreto?, ¿Qué podía ser tan importante y misterioso?... Empecé a imaginar; Si quería que le dijera lo que llevaba dentro, pero seguramente se notaba en cada uno de mis actos, si tal vez me reclamaría alguna conversación reciente con otra niña, o tendría problemas en su casa y necesitaba mi ayuda. Tantas cosas que solo me llenaban de inquietud, hasta que llegó la hora, tan deseada y tan temida, y a la postre, tan decisiva en mi vida...

Yo la escuchaba sin hablar, asintiendo con la cabeza cada una de sus afirmaciones, dibujando una sonrisa forzada en mi rostro, alternando mis miradas en sus ojos (sus bellos ojos), el piso, y el cielo... por dentro lloraba, suplicaba, reclamaba, y rabiaba... Por fuera callaba y escuchaba...

Que si un vecino que era muy malo, pandillero y drogadicto, que si la celaba y era muy peligroso para mí, que tenia mucho dinero y amigos y amenazaba con hacerme daño, que ya había golpeado a otros niños de su colonia, que sus padres habían oido rumores de que tenía novio y amenazaban con sacarla de la escuela, que era mejor vernos a la distancia en la escuela que no vernos jamás, que amigos no podíamos ser por que los demás no lo entenderían y siempre pensarían que había algo más, que...

¿Qué le dije? Ya no importa, solo se que sonó el timbre y se fué dejandome una última sonrisa, que no volvió la vista atrás y por eso no vio como lloraba, que nunca más compartimos tareas, asiento ni recreos, que se alejaron para siempre tantos sueños...

Años mas tarde se renaudaron nuestra amistad y mi admiración por ella. Supe que tenía novio, que se casó,
que tuvo hijos... Mas tarde nos encontramos por casualidad algunas veces, ella era felíz y exitosa, y yo le agradecí a Dios su felicidad y comprendí que de alguna manera lo que pasó en nuestra infancia era necesario y sin esa circunstancia tal vez no sería el mismo que ahora soy... 

domingo, 4 de abril de 2010

Los Locos

Eran los años 70s en San Luis Potosí, en ese tiempo y lugar (al menos en mi colonia) era muy común la existencia de personas de todas las edades con problemas mentales, que deambulaban por las calles y eran parte de la vida cotidiana, casi como una curiosidad más. Tristemente la mayoría carecían de una atención adecuada, y en nuestra niñez y escasa cultura no entendíamos que realmente eran personas que sufrían o hacian sufrir a sus familias que no tenían los recursos y la información para procurarles una vida mejor.
Una idea muy arraigada era que "los Locos" tenían una fuerza superior, y así lo demostraban las pocas peleas en que se veían envueltos, por eso los niños les temíamos y nos escondíamos de ellos mirandolos con curiosidad insana, su proceder daba lugar a infinidad de historias que nos daban para divertirnos ajenos a la cruda realidad que reflejaban... recuerdo una pareja de vecinos que eran muy populares ya que a uno de ellos le daba por cantar los corridos de la época, pegando versos de aquí y de allá que solo en su mente tenían una lógica, y el vecino lo espiaba detras  de una barda, riendo frenéticamente y respondiendo a cada frase con preguntas y comentarios como ¿si, oye?, ¿deveras?, no me digas, ¿a poco?, no te creo,  ¿y luego que pasó? etc. etc. y así se pasaban tardes enteras entregado cada uno a su felicidad...

sábado, 3 de abril de 2010

Minino

Un día cercano al invierno, llegó a la casa una gata preñada. La pobre ya no podía con el peso de su vientre y se echó en un rincón de nuestro patio. De más todos los esfuerzos por correrla, había decidido que era el lugar donde nacerían sus gatitos, y allí nacieron. En cuanto pudo caminar se fué en busca no sé de qué y dejó sus gatitos al amoroso cuidado de mi Madre... Era todo un espectáculo y una lección de vida verlos dar sus primeros pasos, sus primeras peleas, sus primeras caídas... a los pocos días la gata volvió y se fué llevando uno por uno sus gatitos, hasta que solo faltaba el más débil e indefenso de todos, nunca supimos por qué no regresó por él, si le pasó algo o si decidió dejarlo a sabiendas de que fuera de ahí no sobreviviría, el caso es que lo dejó y desde entonces se volvió mi mejor amigo y compañero... Dormía bajo mi cama, yo dejaba un brazo colgando para rozar su pelo y arrullarlo para que durmiera, y al despertar, mis primeras palabras, mis primeras caricias eran para él. Todos querían bautizarlo con nombres que consideraban ingeniosos o apropiados para gatos, pero ninguno me gustó para él y se le quedó el nombre de Minino.
Con el paso del tiempo creció y le dió por la vagancia vespertina y nocturna, como no era muy bueno para las peleas, siempre salia perdiendo y llegaba a casa maltrecho y malherido, provocando las idas a las carreras al veterinario, los regaños de mi Madre por mi excesiva preocupación por él, y mis enojos por lo que yo creía falta de amor para el Minino...  Seguimos creciendo y se hizo más constante su vagancia, recuerdo que yo dormía junto a una ventana que dejaba abierta, y a la medianoche llegaba el Minino, bajaba del techo por un árbol, saltaba a la ventana y entraba golpeando con sus patas en mi pecho y, no pocas veces echaba a correr al interior seguido de otro gato, provocando el gran alboroto para sacarlo, y los consecuentes regaños de mi Madre que, en el fondo (ahora lo sé) nos consentía con todo su cariño.
Cuando estaba en casa, me seguía como un perrito faldero, y cuando yo volvía de la escuela, a veces lo encontraba en la esquina de la cuadra, o incluso a unas cuadras de la casa, el me veía y empezaba a caminar por los techos, acompañando mis pasos hasta llegar a casa, en lo que yo abría la puerta el saltaba al árbol, y entraba por la ventana con un gesto triunfal, luego se me enredaba en los pies maullando quedito como un gatito indefenso para que le diera su plato de leche.
Un día apareció el Fanto (Otro gato que ya les contaré), luego las ausencias del minino fueron mas largas cada vez, hasta que un día no supe más de él... Ahora sé que mis Padres ocultaron su muerte para que no sufriera, no sé como ocurrió, solo sé que no fuí capáz de darle felicidad los últimos dias de su vida y me duele que tal vez murió sintiéndose apartado por la llegada del Fanto...
No sé si exista un mas allá para los gatos, si es así te digo: Te quiero, amigo... y estoy seguro un día te veré... sin esas llagas que en esta vida te acompañaron, por lo pronto me quedo con el recuerdo de tus primeros pasos, de tu espíritu inquebrantable y de tu gran amor.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Más de Gumersindo, Berny y Osberto...

Mamá siempre fue buena para las manualidades... Un día construyó a Berni... un oso de peluche con saco y corbata que fué un regalo para mi hermano mayor  (que ya cursaba la Universidad creo, pues Berny era el nombre de la mascota de los Osos de Fime. Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica). Para no hacernos menos, a mi me regaló a Gumersindo y a mi hermano menor a Osberto, un gato de ojos amarillos...

Todos eran en cierto modo hermanos también ya que fueron elaborados con el mismo peluche de color café, solo Gumersindo llevaba peluche rosa en la parte interna de las orejas... En ese tiempo eramos fans del Futbol Americano y había un mariscal de campo muy famoso conocido como "El boomer Esaiason" así que mi Gumer fue rebautizado como "El Gumer Esaiason" y era a la vez mariscal de campo y balón, lo que le costó no pocos porrazos y maltratos que siempre enfrentó con valentía... al tiempo se lastimó una pata que nunca le volvió a quedar bien (Mientras el Boomer se lesionaba y tampoco volvería a ser el mismo) y ahí empezaron los achaques de mi Gumer...

Tiempo después salieron unos muñequitos miniatura que servían como pinzas o prendedores y así llegó a casa Gumersindín (de más decir que era un elefantito) quien se convirtió en el creador de las mas locas travesuras que se puedan imaginar, siempre con la complicidad de "su tío" Gumersindo y quien esto escribe, je,je,je...

Buenos recuerdos de una segunda infancia temprana o primer infancia tardía como se entienda mejor, y de momentos felices de una familia unida y sana... El tiempo pasa y la enseñanza de esos años perdura y nos mantiene unidos a pesar de tantas cosas que amenazan diariamente la inocencia...

Un saludo con todo cariño para los niños de corazón....

Ricardo

lunes, 29 de marzo de 2010

Perros del mal

Los "Perros del mal"


Uno de los mayores temores de la infancia, eran los llamados "perros del mal"

Es decir; Los perros con rabia... Se contaban miles de historias acerca de estos perros, pero lo que sin duda causaba mas temor era la certeza de que la rabia era una enfermedad terriblemente contagiosa y mortal.
Cuando habia sospechas de que un perro tuviera rabia, era necesario matarlo de inmediato, y a veces también se mataba a todos los perros que hubieran tenido contacto con él, pues habia el riesgo de que tuvieran "el mal" y mordieran a alguien antes de darse cuenta que estaban rabiosos. Eso le costó la vida a "La Fanny", la primer perrita que recuerdo tuvimos en casa. Al perro que posiblemente la contagió (nunca supimos si ella tenia rabia o nó) para matarlo lo amarraron a un palo en el patio y ahí lo agarraron a golpes y machetazos hasta matarlo... luego siguió "La Fanny", era la ley de la vida en ese tiempo en mi querido San Luis Potosí...
Recuerdo una vez en que jugabamos a mitad de la calle alguna ronda infantil (cuando los niños hombres podían jugar a las rondas sin ser tachados de afeminados) y vimos venir a lo lejos un "perro del mal"... Nadie se movió, correr era lo peor pues te garantizaba un ataque mortal, así que nos quedamos todos quietos viendo al animal correr a toda velocidad hacia nosostros. Pasó enmedio de las 2 hileras de niños de la ronda, mientras las piernas nos temblaban y ahogábamos un grito... luego nada, nadie quiso jugar más y corrimos cada quien a su casa a lavarse con jabón, a esconderse, a mirar asustados por las ventanas, a rezar porque no volviera de nuevo el "perro del mal"...